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Hormigas y conejillos de Indias |
/2009/07/hormigas-y-conejillos-de-indias/ |
Hormigas y conejillos de indias
Son las 13:31 EST del 11 de Julio y me encuentro a unos 30.000 pies de altitud sobre el mar Caribe en dirección a la ciudad de La Habana y no sé cuándo me encontraré en condiciones de publicar este artículo. No se trata de vaguería ni duda sobre si publicarlo o no. Simplemente no sé cuándo podré volver a conectarme.
Quisiera recapitular un poco y volver un par de días atrás. Mi último día completo en Ecuador. El pastor de la iglesia a la que hemos ido a apoyar nos invitó a comer a su casa y, como es costumbre en aquellos lugares, se desvivió por darnos de todo. El primer plato fue un ceviche de camarones; que es básicamente una especie de sopa con gambas, cebolla, tomate y otras cosas que no supe identificar. Estaba bien. De segundo hubo una sopa de pollo con trozos de pollo de corral (esto se sabe por el color, el sabor y la rigidez de la carne. El pollo estaba muy bueno. Y de plato fuerte (por si esto era poco) había filetes de pescado rebozados con arroz y ensalada. La ensalada la dejé bajo recomendación profesional; el pescado era una especie de jurel. Para terminar, la mujer del pastor nos trajo cui al horno, que no es ni más ni menos que conejillo de Indias al horno. Estaba bueno; sólo lo comimos 3 personas (de los 15). Su sabor es, a diferencia de lo que alguien dijo, bastante diferente a la del pollo, una experiencia nueva para mí. Colgaré fotos.
Esa fue una tarde muy triste; tuve que despedirme de los niños que, tras 4 días, habían empezado a hacerme caso, perder la timidez (si alguna vez la hubo) y mostrar cariño. No puedo evitar pensar en la vida que tendrán allí, pobreza, falta de higiene y sólo Dios sabe si amor humano de alguna clase. Después de echar alguna lagrimilla nos fuimos a la iglesia en la que tendría una de las despedidas más emotivas de toda mi vida. Nos pidieron que dijésemos unas palabras e incluso, como líder de alabanza, me pidieron que cantase un par de canciones. Como ya me habían avisado de ello; “Los 3 Pollos” nos habíamos preparado un par de canciones en español (Rob y Mary son americanos y no hablan apenas español). Ambas canciones, creo, quedaron muy bien. Tendré que ver el vídeo. Si merece la pena lo cuelgo, si no… no hablaré más del tema 😛
Al día siguiente me tocó viajar a Colombia donde tendría una escala de 12 horas que aprovecharía para dormir (5 horas) y hacer una visita express a la ciudad de Bogotá. Iván y Óscar, mis anfitriones, me “inflaron” a café colombiano para prepararme para el viaje. Hoy, después de una lluviosa mañana agotadora de patear el centro y ver el Museo del Oro, me dieron a probar uno de los grandes manjares del lugar: hormigas. No fueron más que un par de ellas; pero la experiencia de comer hormigas es inolvidable. Crujientes, su sabor imposible de acertar debido a la cantidad de sal con la que están hechas. Se te quedan las patas entre los dientes de modo que la experiencia de comer hormigas se prolonga algo más de lo estrictamente necesario. Allí se comen como en España comemos las pipas. Colgaré fotos.
Y ahora me encuentro sobre el mar Caribe, a algo más de una hora de distancia de La Habana. Voy a despedirme, quisiera dormir un poco antes de aterrizar. O leer. O cualquier otra cosa. Si el bebé de detrás me lo permite. Claro.
Namasté.