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| iarenzana |
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2010-01-12T17:13:00Z | 2097-01-23T19:09:00Z | https://arenzana.org/?p=65 | 65 | Los viajes de Gulliver | /2010/01/los-viajes-de-gulliver/ |
Y no es porque viaje mucho. Que también, si no porque me sentí un poco como el capitán Lemuel Gulliver en Brobdingnag: rodeado de gigantes cuando hace varias semanas viajé, una vez más, a mi querida América. O mejor dicho, Estados Unidos de América, ya que argentinos, chilenos y ecuatorianos entre otros sienten esta acepción del país norteamericano como un ataque hacia su propia patria. Y en España quejándonos de nacionalismos. Y es que, amigos míos, una vez más vuelvo a decirlo: todo es grande en América.
El caso es que este viaje ha sido, probablemente, el más especial que he hecho a tierras estadounidenses. Ya que, como muchos ya saben (y si no lo sabías tú ahora lo sabrás) iba a conocer a la familia directa (y resultó que también a la algo menos directa) de mi compañera sentimental. Cómo odio ese término. Dejémoslo en la familia de mi novia.
La aventura, que también hazaña, resultó algo más accidentada de lo deseado. Empezando el año, de forma literal, con una conversación con mi futuro (Dios mediante) suegro sobre los sentimientos que mi corazón alberga sobre su hija. Una sonrisa neutral e inescrutable cruzaba su cara mientras se me atragantaba el tercer vaso de agua en 10 minutos. Cosas de hombres. Nunca se me dieron bien las conversaciones de ascensor y decidí entrar a matar directamente. Para qué tonterías. El caso es que después de preguntar sobre su opinión respecto a lo que acababa de preguntarle, esa misma sonrisa seguía cruzando su cara y su boca no emitió ninguna palabra (o gruñido en su defecto). Y es que amigos, me quedé seco y sin respuesta; seco, por supuesto en el sentido metafórico, ya que en el literal, como he mencionado antes iba bien servido y un dolor de estómago me costó.
Qué más puede uno pedir? Sin más creo que me despido. Tengo sed y algo de hambre.
Namasté.