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iarenzana |
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2012-11-19T02:22:00Z | 2097-01-23T19:09:00Z | 36 | Signos de vida | /2012/11/signos-de-vida/ |
Me gusta Anatomía de Grey, lo confieso. Sé que es serie “de tías” pero me da igual: digan lo que digan me gusta Anatomía de Grey. Uno de esos grandes momentos en la serie es cuando el paciente se encuentra en la mesa de operaciones rodeado de 15 batas blancas, verdes y azules. Como en Carnaval. Se trata de una operación de alto riesgo de la que el paciente saldrá o bien completamente curado o morirá. Anatomía de Grey es, al contrario de lo que su nombre indica, blanco o negro. Supongo que no van demasiado a hospitales españoles donde la mayor parte de las veces sales igual que entras. Tonterías a parte, uno de los puntos álgidos de la operación es que el paciente debe morir temporalmente en algún momento y he aquí la secuencia de sucesos:
a) Doctor X está operando junto a doctor Y.
b) Doctor Y le cuenta a Doctor X su fin de semana.
c) El tema deriva a sus vidas sentimentales.
d) En algún momento uno de los dos perfora una arteria y el paciente empieza a desangrarse ante la estupefacta mirada de los cirujanos residentes.
Siempre me pregunto cómo serán esos segundos en los que el paciente está virtualmente muerto. Hay libros al respecto y, de hecho, yo he leído alguno. Normalmente todas las experiencias de este tipo vienen acompañadas de túneles de luz, almas que levitan y vidas que pasan ante tus ojos a velocidad vertiginosa. No sé si es verdad; pero si morir es así no debe molar nada.
Cuando todo aparentemente está perdido y la reanimación ha sido en balde la película pasa a cámara lenta con un primer plano del paciente que parece estar luchando en su interior. Seguidamente vemos cómo el monitor cardíaco empieza a dar una débil señal que poco a poco incrementa, el paciente despierta y todos tan felices. Hollywood es así.
Pero hoy yo soy ese paciente. No, hace meses que no piso un hospital y mi salud física, gracias a Dios, se encuentra en perfecto estado. Sin embargo eso no significa que no haya estado en quirófano y haya fallecido temporalmente.
Este paciente tenía grandes planes para este año; planes que se han venido abajo igual que un castillo de arena que se encuentra demasiado cerca de la orilla. Y todo por su propia culpa. Falló a todas las personas a su alrededor. Personas que vivían en la mentira en la que él mismo habitaba. Ha causado dolor y ha hecho que cabezas miren al suelo y nieguen: ¿cómo ha podido hacer esto? ¿realmente le conocía?
Creo que la vida de estos pacientes a los que les falla el corazón y mueren durante unos minutos no puede ser la misma antes y después de la operación. En mi caso es igual. He aprendido cosas sobre mí mismo y sobre las personas que me rodean. Tanto buenas como malas. He aprendido el valor y la definición de las palabras perdón y gracia. Mi imagen de Dios probablemente es muy distinta a la que tú tienes.
Amigos, hoy estoy de rodillas para deciros que he sido una farsa, un manipulador y una mentira. Por todo ello te quiero pedir perdón; al igual que en su momento se lo pedí a las personas a las que directamente hice daño. Pero algo me dice que, si aún estás leyendo esto, es porque de alguna manera tú te has sentido igual o, por algún motivo, te mueve la compasión. Si es la primera, bienvenido al barco, sube y naveguemos juntos. Si es la segunda: gracias; que leas esto significa mucho más de lo que nunca podrás imaginar.
Este post es el primer post del resto de mi vida. Esto que lees no es un blog de éxitos si no de fracasos. Pero no es un blog de derrota sino de lucha.
Soli Deo gloria.