Sin muchas ganas me dirigí a coger un ferry que me llevara a Manly. Manly es una península al Norte de Port Jackson (la bahía de Sydney). Tiene fama de ser uno de las mejores excursiones fuera de la ciudad. Por lo que me dijo el del restaurante español, Manly vale mucho más la pena que Bondi Beach, que es la playa más famosa de Australia. Quizá mañana si me da tiempo iré a ver la playa esa; pero, no es la primera vez que me dicen que es un poco decepcionante.

Al llegar el Ferry yo no veía nada de nada; sólo una callecilla y un paseo marítimo. Dí una vuelta por el paseo marítimo y no me dijo absolutamente nada. Antes de meterme en el ferry de vuelta a Sydney decidí pasarme por la callecilla. Se fue ensanchando más hasta que se queda una calle peatonal enorme con tiendas de surf, souvenirs y sushi a los lados; sí, sushi. Si habéis seguido el blog, recordaréis que he mencionado la cantidad de orientales que hay en esta ciudad (y me temo que país); de modo que la comida china/japonesa/coreana/tailandesa tiene una aceptación impresionante: aunque no por mi parte. Al final de esa calle, llega otro paseo marítimo y al otro lado, el Manly Ocean Beach. Una playa de unos 3km llena de surfistas y gente que se tumba símplemente para broncearse. Unas olas tremendas; unos 2 metros por lo que pude ver respecto a los surfistas. A lo largo de toda la playa hay señales de “Prohibido Nadar”, “Playa Cerrada”. Y yo me pregunto…. está prohibido nadar? entonces? por qué se puede hacer surf? Y es que esto es como en España eso de “Prohibido pisar el cesped” que implícitamente da a entender que no se puede andar; pero sí puedes jugar al fútbol; es, lo que se llama en términos antropológicos “Barrera Cultural”.

Después de recorrerme la playa de punta a punta y los piratas mojados hasta la rodilla decidí dar media vuelta y regresar a la ciudad; desde el ferry se obtienen vistas muy buenas del “skyline” de la ciudad, todo a precio de transporte público. Al llegar me pasé por la Ópera; un edificio de diseño impresionante que se alza como sobre el agua, justo al lado de Circular Quay (muelle de ferrys) es un pequeño paseo de 10 minutos. Un edificio muy bonito que no me ha decepcionado lo más mínimo.

Por la noche me fui a ver la Traviata a la Opera House. Por dentro está bien; pero es muy pequeño; quizá el tamaño va en simple proporción con la cantidad de australianos que van a la ópera, no lo sé.

Puedes encontrar algunas fotos en mi página de Flickr: http://www.flickr.com/photos/abysm

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